¿Por qué es bueno para la ciudad y el país?.

En el Día de la Exportación, el Presidente del CGPBB, Cr. Hugo Antonio Borelli, reflexiona sobre cuestiones profundamente relacionadas con nuestro acontecer portuario conmemorando tan importante fecha. En ocasiones similares a la que hoy nos convoca (Día de la Exportación), y como convicción desde nuestra gestión, hemos manifestado que avizoramos la venida de tiempos promisorios para Bahía Blanca y la región. Que trabajamos y convocamos a todos a seguir construyendo el futuro porque lo mejor está por venir.

Siempre recordamos que ya hace más de cuatrocientos años desde aquel 2 de septiembre de 1587 cuando, como hecho memorable y trascendente para la industria argentina, partió del Puerto de Buenos Aires la nave San Antonio, rumbo al Brasil, llevando a bordo el primer embarque para exportación de nuestra historia, con productos textiles y dando nacimiento a nuestra Aduana.

A menos de un siglo de la llegada de los europeos a América, y aún en un entorno de economía todavía artesanal, pre capitalista y bastante básica, aquellos primeros argentinos por adopción tuvieron la visión, el coraje y sobre todo la voluntad de generar una producción que excediera su propio consumo y el de su mercado interno, para lograr la exportación de sus manufacturas.

Siglos después, en un país que llegó a ser considerado el granero del mundo por su capacidad de producción agrícola, la industria nacional sigue planteando desafíos estratégicos que le permitan continuar generando trabajo y justicia en la distribución del ingreso, promoviendo la expansión de la mayor cantidad posible de pequeñas y medianas empresas ya que, más allá de las grandes industrias de base, aquellas son las mayores creadoras de mano de obra en el país.

Hoy, en el marco de varios años de crecimiento sostenido, estamos en el camino de la consolidación de una nueva generación de argentinos pujantes, emprendedores y capaces, que logren emular a aquellos primeros luchadores que se sobrepusieron a infi nitas difi cultades para abrir, a los ojos del mundo, nuestra capacidad productiva.

También resaltamos el carácter particularmente simbólico que indica que la industria nacional haya establecido su día de celebración conmemorando la primera exportación argentina.

Así se ratifica el valor estratégico del comercio exterior y, en particular, la capacidad de un país de relacionarse y venderle al mundo lo que es capaz de producir. La fuerza exportadora es uno de los indicadores más sobresalientes del potencial de una nación, uno de los principales motores de desarrollo y un factor decisivo de progreso.

Tres políticas que se suman
En este sentido y en los últimos años, hemos avanzado notoriamente en el país, en la provincia y en nuestra ciudad, junto con su entorno regional. El crecimiento de la producción agropecuaria y de los parques industriales en funcionamiento; la creación de otros nuevos y de diversos y especializados distritos productivos en toda la provincia; el avance del fomento y respaldo a la ciencia y tecnología; y las políticas apuntadas a un proceso de fuerte industrialización de la Argentina; son los elementos decisivos que nos colocan en el camino de un desarrollo sostenido y sustentable.

Este final de 2012 nos encuentra con tres políticas estratégicas en pleno desarrollo que consideramos deben ser tratadas y gestionadas como cuestión de Estado.

En primer lugar, la puesta en marcha por parte del gobierno nacional del Plan Estratégico Industrial 2020. Un ambicioso programa que contiene políticas generales y sectoriales para duplicar el Producto Interno Bruto (PIB) industrial y llegar a los 140 mil millones de dólares, con un crecimiento anual de cinco por ciento.

Busca además crear 1,5 millones de puestos de trabajo, un aumento de la inversión al 28 por ciento del PIB, y sustituir importaciones por el equivalente al 45 por ciento de lo que el país adquiere en mercados externos actualmente. Comprende 11 cadenas de valor que explican el 80 por ciento del PIB industrial y más del 60 por ciento del empleo; y que son: Alimentos; Calzado, Textiles y Confecciones; Madera, Papel y Muebles; Materiales de Construcción; Bienes de capital; Maquinaria Agrícola; Autos y autopartes; Medicamentos; Software, y Productos Químicos y Petroquímicos.

En segundo lugar, el Plan Estratégico Productivo de la Provincia de Buenos Aires (PEPBA) 2020, en sintonía con el programa nacional, viene trabajando activamente a través del Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología en el crecimiento industrial de la provincia, potenciando el desarrollo de más parques industriales, el aumento de las cadenas de valor que aumenten el valor de nuestras exportaciones y sustituyan importaciones y promoviendo el aumento de las relaciones internacionales en la búsqueda de más mercados para nuestros productos. En ese marco, han puesto especial énfasis en el desarrollo portuario de la provincia con la promoción de más inversiones privadas que sustenten este potencial exportador.

En tercer lugar, el incesante crecimiento de nuestro puerto de aguas profundas, que se apresta a aumentar su calado a mayor profundidad convirtiéndose defi nitivamente en único en su tipo en el país para recibir las naves de mayor porte existentes en el mundo. Nuevas radicaciones, nuevos destinos y mayor capacidad de operación y carga lo ponen en el camino de llegar a corto plazo a superar la marca de los treinta millones de toneladas anuales.

Nuestra ciudad, nuestra región y nuestro complejo portuario, con el complemento de su Zona Franca, están llamados a ser protagonistas principales en el sostén de esta política de crecimiento. La importancia que posee la presencia del complejo petroquímico local en la economía de la ciudad constituye un aspecto determinante al momento de evaluar las perspectivas de desarrollo de la región.

La participación de la producción local en el total de la industria petroquímica nacional, la importancia de la generación de divisas como consecuencia de las exportaciones del sector, el impacto sobre el nivel de empleo, la generación de oportunidades para pequeñas empresas contratistas, el aporte a la recaudación del sector público local y la evolución de la demanda interna de estos productos son aspectos que ponen de manifi esto el rol preponderante que esta rama de la industria tiene en el funcionamiento de la economía regional.

Del mismo modo, el puerto de Bahía Blanca apunta al aumento de su capacidad operativa mediante la atracción de nuevas inversiones en su territorio e incrementando sus volúmenes año tras año, captando cada vez una mayor proporción de nuestra producción granaria. No es menor el dato que indica que nuestras exportaciones locales ya superan el 6% del total nacional. Estamos en las vísperas de una posible cosecha de soja del orden de las 55 millones de toneladas y debemos aspirar a captar un mayor volumen de esta producción para que salga por nuestro puerto, no sólo por completamiento sino por carga total y, además, agregando capacidad de procesamiento industrial, ya sea para la producción de aceites o biocombustibles. Finalmente, nuestro horizonte cercano nos plantea el desafío de aumentar la participación estratégica de nuestra ciudad en el desarrollo de la matriz energética nacional.

Tenemos la oportunidad de desarrollar nuevas inversiones en nuestro puerto y la región cercana para aumentar nuestra participación y aporte a las necesidades nacionales de energía provenientes del gas y la electricidad, ampliando la capacidad operativa y territorial de nuestro puerto y contribuir a la creación de empleo de calidad.

Eso sí, siempre en el marco de la sustentabilidad, generando efectos positivos sobre los vecinos y minimizando los sacrifi cios. La defensa de nuestro frente costero como espacio de recreación, que recupere nuestra cultura de ciudad marítima, es vital en este sentido y un compromiso irrenunciable que asumimos acompañando las decisiones de la provincia y el municipio.

Nuestra ciudad, nuestra región y nuestro complejo portuario, con el complemento de su Zona Franca, están llamados a ser protagonistas principales en estas políticas de crecimiento. Por eso sostenemos que a la potencia e iniciativa emprendedora privada debe complementársela desde lo público, con una actitud promotora, pero a la vez justa, que cuide los equilibrios necesarios entre las prosperidades individuales y la búsqueda del bienestar general. Un estado que asume el rol de mediador porque entiende que el camino del progreso es resolver con justicia las tensiones entre los legítimos intereses y logros de cada uno y las necesidades comunes de todos los sectores de la sociedad.

Vamos en la búsqueda de aumentar las exportaciones por nuestro puerto de Ingeniero White y seguiremos trabajando para que los aspectos que lo relacionan con la ciudad que lo contiene sean cada vez mejores y concretos. Pocas ciudades del mundo tienen el privilegio de contar con un puerto y muchas menos contar con uno que sostenga una gestión exitosa durante tantos años como es nuestro caso.

Los objetivos que nos hemos propuesto necesitan del respaldo y el sentido de valor que deben darle la ciudad, la región y su gente, porque el puerto es bueno para la ciudad, para la provincia y para el país.


Cr. Hugo Antonio Borelli, Presidente del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca.

Se ha cerrado la inscripción a los concursos organizados por el CGPBB, en el marco del programa “EL PUERTO EDITA”.