Desde hace 7.000 años la región bahiense fue poblada por los primeros seres humanos, pero a partir de la llegada de Colón a América en 1492, varias expediciones se lanzaron desde Europa (especialmente España y Portugal), a explorar las nuevas rutas marinas hacia el Nuevo Mundo con las expectativas de grandes réditos económicos.
Fernando de Magallanes, un portugués al servicio de España, zarpo desde el puerto de San Lucar de Barrameda en septiembre de 1519 con una flota de 5 naves. En su periplo, recorrió las costas atlánticas buscando un paso navegable hacia el Océano Pacífico.
Magallanes ingresó al estuario con su nave capitana la “Victoria” el 13 de febrero de 1520 fue el descubridor de la bahía Blanca.
Don Fernando permaneció hasta el día 14 de ese mes y registró en su diario de bitácora la latitud 39º 11’ S, indudable testimonio de su paso por la bahía que todavía no se llamaba Blanca y que fue parte del recorrido de la primera vuelta al mundo. Los españoles llamaron a la bahía “de los Bajos Anegados o De los Bajos de las Corrientes”. Todavía no se la conocía como la bahía Blanca.
La expedición de Magallanes continuó su viaje por las costas Patagónicas y en la bahía de San Julián, se encontró con los tehuelches a los que Magallanes, los llamó patagones, lo que dio nombre a toda la región: Patagonia. Tiempos después encontraron el paso al Pacífico en el estrecho que hoy lleva el nombre del gran marino.
Magallanes murió en combate en 1521 durante la travesía en las islas Filipinas, pero el viaje siguió adelante al mando Sebastián Elcano. El 6 de septiembre de 1522 la nao Victoria, única nave que quedaba en la expedición, retornó a Sanlúcar de Barrameda después de 3 años y 14 días y alrededor de 100.000 Km recorridos y con 18 de los 239 tripulantes que iniciaron el viaje. Fue la primera expedición que logró dar la vuelta al mundo; el descubrimiento de la bahía Blanca también fue parte del magno evento.