Desde la llegada del tren hasta la nacionalización de los ferrocarriles (1948).

¡A caballo… del tren!


Llegada del F.F.C.C. del Sud a Bahía Blanca en 1884. (Archivo Histórico de Bahía Blanca)
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El avance de la frontera, ganando espacio sobre los territorios aborígenes, dio lugar a una nueva estrategia impulsada por el Estado Argentino.

Ahora la explotación de los nuevos territorios ya no solo apuntaba a los recurso ganaderos, que se habían desarrollado con las técnicas del saladero durante las ¾ partes del s.XIX; sino también a los agrícola. La Argentina toda y en particular, la enorme potencialidad de la llanura herbácea, provocó un traslado especialmente desde Inglaterra, de inversiones y tecnologías, para aprovechar la amplia oferta de posibilidades que la joven Nación ofrecía a los inversores como país productor de alimentos. Los europeos se reservaron para su territorio la industrialización de los productos. La estrategia dependía de la eficiente articulación de tres herramientas fundamentales: los recursos humanos, el tren y los puertos.

La Argentina empezó a recibir en los años `80 un verdadero aluvión humano. Miles de inmigrantes, principalmente europeos, también vieron las oportunidades que el país ofrecía. El desarrollo exigía poblar, es así que la población empezó a crecer geométricamente. En el censo de 1869 la Argentina tenía 1.897.000 personas, mientras que Bahía Blanca y su entorno rural 1.472 (71% en el ámbito urbano). En cambio, 26 años después, en 1895, en Argentina había 4.132.800 habitantes y en Bahía Blanca, 14.238 (65% en el área urbana).

Por otra parte, el tren incentivado desde 1857 por inversiones del ámbito privado, empezó a extenderse hacia el interior del país lenta, pero inexorablemente. Ese año la red tenía solo un recorrido de apenas 10 kilómetros. En 1870 ya existían 722 Km. de vías férreas y en 1890, llegó a los 10.000. Las inversiones provenían de capitales ingleses, franceses y nacionales. Este crecimiento relámpago muestra claramente que el tren era el facilitador de toda iniciativa de progreso. Sin embargo, ese desarrollo del sistema ferroviario, no se podía lograr sin puertos que lo impulsen y viceversa. La simbiosis puerto-ferrocarril tenía un espectacular efecto multiplicador.


El Muelle de Hierro de la empresa Ferrocarril del Sud. (Archivo Histórico de Bahía Blanca)
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En el marco de esa estrategia, poco después de 1880, el Estado, acondicionó el puerto habilitándolo comercialmente. Agregó algunas mejoras como el balizamiento y estableció una aduana. En 1880 el Gobierno Nacional concesionó a la empresa Ferrocarril del Sur la prolongación de las vías hasta Bahía Blanca. Un año después se alargó el tramo desde Olavaria por Lamadrid y en 1889, desde Tres Arroyos. Los ingleses siempre se interesaron en las potencialidades que ofrecía el estuario bahiense y observaron que el pequeño muelle del Puerto “Viejo”, era ventajoso para introducir el material que importaban para las obras ferroviarias. Es así que en 1883 el Estado concedió también la estación marítima de Bahía Blanca al Ferrocarril Sud. Las obras comenzaron ese mismo año. Al fin, el 26 de abril de 1884, se inauguró la línea ferroviaria que unía Bahía Blanca con Buenos Aires.

Este hecho, más la habilitación en 1885 de un muelle en curva totalmente de hierro, para operar con trenes, completó las tres herramientas esenciales que la estrategia de desarrollo del Estado imponían. El progreso llegaba a la ciudad-puerto a caballo… del tren.

El estuario bahiense daba paso a la construcción de los 7 puertos que tanto lo caracterizan:

El Puerto de la Esperanza ( Ingeniero White )


Plano de principios del siglo XX, de los emprendimientos portuarios en la bahía. (Archivo Histórico de Bahía Blanca)
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El 26 de septiembre de 1885 se inauguró el muelle en el que podían atracar únicamente tres vapores de ultramar y otros tantos de cabotaje. Además ésta se considera la fecha fundacional de la localidad portuaria de Ingeniero White. En principio al poblado se lo llamó con el nombre de su estación de ferrocarril: “El Puerto”. Pero en 1899, por iniciativa del presidente Roca tomó la denominación actual de Ingeniero White, o “Guaite”, como lo llaman casi todos por la argentinización del vocablo. El nombre fue un homenaje en vida con que el presidente quiso reconocer la tarea de quien presidía el Ferrocarril Sud: Guillermo White. Nieto de un norteamericano llegado al río de la Plata en el año 1800, White fue fundamental protagonista del desarrollo del espectacular avance del ferrocarril y de las obras en el puerto local.


Usina eléctrica del Puerto de Ingeniero White (La Nueva Provincia)
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En 1889 por el puerto bahiense ya salían aproximadamente el 4% de las exportaciones del país. En 1891 Bahía Blanca contaba con las tres líneas férreas que la vinculaban con su hinterland. Promediando la última década del s.XIX, el trazado de ramales aumentaba sin cesar generando un movimiento inusitado en sus pequeños muelles. El crecimiento fue explosivo y requirió la ejecución de nuevas instalaciones. El movimiento portuario se intensificó de tal manera que se la llamó “La Liverpool del Sur”, en referencia al importante puerto británico.

Entre 1902 y 1904 se construyó el Muelle de Alto Nivel y se concretó la ampliación del muelle metálico, dando origen al conocido muelle de Hierro que, con su característica forma de “T”, tanto caracterizó al puerto. En 1908 se inauguró el muelle de los Elevadores Nº1 y Nº2 con lo que quedó conformado el núcleo inicial del Puerto de Ingeniero White.


Elevadores de Ingeniero White en 1908 (Archivo Histórico de Bahía Blanca).
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El conflicto limítrofe de la Argentina con la hermana República de Chile, suscitó una escalada militar que mostró la necesidad de dotar al país de una línea ferroviaria estratégica que permitiese el transporte de tropas y pertrechos militares a Neuquén en caso de guerra. Es en agosto de 1895, con la Ley 3344 del poder Ejecutivo Nacional, que se acordó con el F.C. Sud la construcción de las instalaciones requeridas para el tráfico ferroviario. De esa forma el Puerto Bahiense, se consolidó como uno de los principales puertos del país.

No obstante, el nuevo trazado del ferrocarril hacia el Oeste no dio solo posibilidades en lo militar, sino también, al gran proyecto integrador de crear el Corredor Bioceánico de 1300 km. de longitud, para unir los puertos de Bahía Blanca y Talcahuano en Chile.


Panorámica del Puerto de Ingeniero White. (Archivo Histórico de Bahía Blanca. Foto de de J. Fuertes, circa 1914)
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La evolución posterior del puerto continuó en la década del 1920, con el inicio de la construcción del Muelle de Carga General, y con la construcción entre 1925 y 1933 de: el Muelle Elevador Central que alberga a los actuales sitios 5/6 y 7/8; y el Elevador Nº3 con una capacidad de almacenaje de 142.000 tn.

El Puerto Nacional:

Las concesiones ferroportuarias del período estaban en manos de empresas privadas. Con las obras iniciadas en 1922, entre los puertos de Ingeniero White y Galván, el Estado Nacional se propuso disponer de una terminal de cabotaje nacional. El denominado Muelle Nacional, comenzó a operar para el servicio público en 1829. Con el transcurrir del tiempo y la ulterior nacionalización de los puertos, sus instalaciones pasaron a formar parte del Puerto de Ingeniero White. No obstante, todavía hoy, muchos siguen utilizando la antigua denominación de “Muelle Nacional” para referirse a ese sector portuario.

Puerto Cuatreros ( Muelle de Cerri )

A la compañía Sansinena de Carnes Congeladas, luego C.A.P. (Corporación Argentina de Productores de Carne) se le autorizó por decreto de 1901 a construir un muelle de 150 metros en el vértice interior de la bahía, cerca de la desembocadura del Sauce Chico. En el año 1903 se inauguraron las obras portuarias y la vía de trocha angosta que llegaba hasta Puerto "Cuatreros". Posteriormente en el año 1908 el ferrocarril construyó la vía que unía Bahía Blanca con Carmen de Patagones y que pasa por la estación Aguará. En el año 1925, por diferentes circunstancias el muelle quedó fuera de servicio. En la década de 1930, se continuó con la exportación a Inglaterra de productos regionales. Este emprendimiento portuario, fue de singular importancia para el desarrollo de la localidad de general Daniel Cerri.

Puerto Galván


Muelle Pellegrini del Puerto Galván. (Archivo Histórico de Bahía Blanca)
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La Ley Nº 3344 de 1895, expandió las vías férreas del F.C. Sud y dio inicio a las actividades del F.C. Bahía Blanca - Noroeste, al que se le concesionó el ramal por Nueva Roma hasta Toay en la Pampa. Para permitir la salida directa de los productos de su zona de influencia, entroncando la línea de Huinca Renancó en la Pampa, se proyectó un muelle a pocos kilómetros del de White. El nuevo puerto tomó su nombre del arroyo Galván que desagua en la ría. Puerto Galván fue construido por el Ferrocarril Pacífico luego que se hizo cargo del F.C. Bahía Blanca – Noroeste. La inauguración de la obra de Galván data de 1905 y aún hoy, si bien sus instalaciones de elevadores y depósitos han sido renovadas, la estructura de sus muelles sigue prestando un eficiente servicio, siendo la única instalación de la época de la expansión portuaria que continúa desarrollando una actividad comercial.

El Puerto Militar


El Ingeniero italiano Luigi Luiggi, puso todo su genio al servicio de la monumental obra de la Base Naval Puerto Belgrano.
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Por otra parte, en el marco del conflicto con Chile, la compra de dos acorazados de gran porte a Italia obligó al planeamiento de un Puerto Militar moderno con muelles, instalaciones y defensas adecuadas. Luego de un meduloso debate con proyectos y anteproyectos sobre la ubicación que debía tener la base naval militar, la elección también recayó en Punta Alta, en la ría bahiense. Iniciado 1896 se nombró al ingeniero civil Luigi Luiggi, un prestigioso profesional oriundo de Génova quien con su enorme talento, posibilitó la construcción del puerto militar en el antiguo fondeadero de los Pozos del Belgrano, actual Base Naval Puerto Belgrano. Recién en junio de 1898 se consiguió dar inicio a los trabajos de tendido del denominado "ferrocarril estratégico", a cargo del F.C. Sud, uniendo Bahía Blanca y el arsenal del Puerto Militar (estación Punta Alta) con sus ramificaciones a Arroyo Pareja y Punta Sin Nombre, lo que facilitó la construcción de la monumental obra. La base naval, se inauguró el 8 de marzo de 1902. La enorme llegada de personal para la construcción del puerto y sus familias, dieron vida a la actual ciudad de Punta Alta.

Puerto Belgrano


Vista de la Base Naval Puerto Belgrano 1898
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En 1903 (ley N° 4279) se concesionó, el Ferrocarril Rosario - Puerto Belgrano. Un proyecto ferroportuario con capitales de origen francés y no como la generalidad que eran británicos. Su trazado no se incluía en el modelo radial, y seguía una dirección norte - sur, uniendo la ciudad de Rosario con Punta Alta y cortando transversalmente los principales ramales de las compañías inglesas. Los siete puentes de hierro que hoy cruzan el río Sauce Grande son testimonio de esas iniciativas.

Los rieles comenzaron a tenderse en 1908. La línea fue inaugurada en diciembre de 1910. En 1922, se terminaron las obras de prolongación de la línea a Bahía Blanca, a fin de abrir un mercado importantísimo tanto en mercaderías como en pasajeros. Las vías del Rosario Puerto Belgrano cruzaban zonas de agricultura marginal, poco desarrolladas y pobladas, por lo que su explotación detentó un déficit crónico.

El Puerto de Arroyo Pareja ( Rosales )

En septiembre de 1908, con la ley N° 5574 se otorgó la concesión al ingeniero francés Abel Pagnard quien, luego de varias prórrogas, constituyó en 1912 la Compañía del Puerto Comercial de Bahía Blanca. Los trabajos empezaron inmediatamente en las inmediaciones de la entrada de mar conocida como Arroyo Pareja. El proyecto era monumental, incluía modernas técnicas de construcción. No obstante el inicio de la 1º Guerra Mundial en 1914 detuvo su construcción cuando se habían construido 300 metros de muelle de los 5.000 previstos. Recién en 1921 se habilitaron las obras que lo hicieron operativo pero su escaso movimiento le impidió desarrollarse.

Nacionalización de los ferrocarriles

Entre 1870 y 1914 se construyó la mayor parte de la red ferroviaria argentina especialmente con capitales privados, que llegó a ocupar el décimo puesto en el mundo con cerca de 47.000 kilómetros hacia 1945. Ya en 1930 estaba configurada la totalidad de la red ferroviaria bahiense que ha tenido pocas transformaciones hasta el presente. Sin dudas el ferrocarril fue la palanca del desarrollo y poblamiento del territorio del país.

Concluida la segunda Guerra Mundial, el panorama internacional había cambiado radicalmente. El modelo de país exportador según el modelo británico llegó a su fin. Durante el gobierno del Presidente Juan Domingo Perón se tomó la decisión de nacionalizar los ferrocarriles y por ende las concesiones de la infraestructura portuaria. El Gobierno priorizó la polémica medida como clave en una estrategia de consolidación de la independencia económica de la nación. Las negociaciones comenzaron en 1946. Primero se acordó la adquisición de la Compañía del Ferrocarril Rosario – Puerto Belgrano mayoritariamente de capitales franceses; y en 1947 con los británicos. Según el decreto Nº 5789, del 1º de marzo de 1948 el Estado tomó posesión de los ferrocarriles y los puertos. En ese tiempo el sistema se repartía entre unas 15 empresas ferroviarias que fueron reagrupadas en 6 líneas. Las que llegaban y partían desde la bahía, cambiaron de denominación siendo absorbidas bajo el nombre de F.C. General Roca.